Portazo al liderato: la crónica del Rayo Vallecano 3-3 Real Madrid

El Real Madrid se desplazaba este sábado hasta Vallecas para verse las caras con el Rayo Vallecano, un duelo con la lucha por La Liga como telón de fondo. Los blancos llegaban al partido con la posibilidad de dormir líderes, con un punto de ventaja respecto al FC Barcelona, actual líder, que cuenta con un partido menos en su calendario. En un tramo clave de la temporada, el equipo de Carlo Ancelotti afrontaba el desafío con varias bajas significativas como las de Mbappé o Mendy -lesionados en Bérgamo-, pero con la obligación de no dejar escapar la oportunidad de seguir ejerciendo presión sobre el equipo balugrana.

Sin Mbappé y con Vinicius partiendo desde el banquillo, Rodrygo sería la referencia del conjunto blanco. El brasileño, recuperado de su lesión, reapareció ante el Atalanta. Jugaban ante un Rayo que buscaba continuar con la consecución de puntos para alejarse -todavía más- del descenso tras ganar la jornada pasada en Mestalla. Un partido con mucho en juego y que, sin duda, marcaría las aspiraciones de ambos equipos en este importante tramo de la temporada.

PRIMERA MITAD DE MENOS A MÁS

El encuentro comenzó con un Real Madrid intentando sorprender desde el saque inicial, en el que Arda Guler disparó desde el propio círculo central con intención de pillar desprevenido a Augusto Batalla. Enseguida el Rayo activó una presión constante, a pesar de que los blancos intentaron hacerse con el control del balón. En la primera aproximación de los locales en campo madridista, un buen balón de De Frutos desde el lateral terminó con el 1-0 a favor de los rayistas tras un cabezazo de Unai López por el que Courtois no pudo hacer nada.

El gol a favor sentó de la mejor manera para el equipo de Íñigo Pérez, que se hizo con el control del partido. Una buena jugada entre Chavarría y De Frutos, que aparecía por la banda contraria a su posición natural, generó otra buena ocasión que terminaría marchándose por encima del larguero tras el disparo de Embarba. Una pérdida de Rudiger en su propio área ocasionó otra acción de peligro para el Rayo, que en varias ocasiones estuvo cerca de lograr su segundo tanto a favor.

Tímidamente, los de Carlo Ancelotti se acercaban a la meta rival con disparos desde larga distancia; Modric y Guler lo intentaban desde la media luna del área, pero estuvieron lejos de encontrar portería. Con el transcurso de los minutos, el Real Madrid iba creciendo en el encuentro, o al menos creaba sensación de peligro. Una gran jugada de Rodrygo por el costado izquierdo finalizó con un disparo raso de Guler que se marchó relamiendo en palo.

La defensa madridista hacía aguas y el Rayo olía sangre. Otro intento con peligro terminó en un saque de esquina en el que Mumin colocaría el 2-0 tras otro gran cabezazo. Nada más reanudarse el encuentro, Fede Valverde acortaría distancias en el marcador con un gran zapatazo desde fuera del área. El gol activaría a los blancos, que a falta de escasos segundos para el final de la primera mitad, pondrían el empate a dos con un cabezazo de Bellingham tras una gran jugada y posterior centro de Rodrygo. Una vez concluidos los tres minutos de añadido, Martínez Munuera indicaría el final de un primer tiempo en el que el Real Madrid igualó un 2-0 en contra.

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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 14, 2024

SOLO RODRYGO NO BASTA

La segunda mitad comenzaba con los mismos protagonistas que habían comenzado el encuentro. El conjunto madridista se hizo dueño del partido desde el primer momento, mostrando una actitud muy distinta respecto a los primeros compases de la primera. Luka Modric picó el balón por encima de la defensa rayista para que Guler, con un cabezazo, hiciese un gol que finalmente no subiría al marcador debido a que el turco se encontraba en fuera de juego.

El peligro seguiría estando cerca del área rival. El desempate llegaría con un disparo de nuevo desde la frontal de la misma: Modric dejó el balón para Rodrygo y el brasileño armó su pierna izquierda para, con un latigazo a la escuadra, culminar la remontada blanca. Una vez cumplida la hora de partido, Vinicius ingresaría al campo en lugar de Brahim. Tan solo un minuto más tarde, un centro de Lejeune dio lugar al 3-3 por medio de Isi Palazón, que rozó el balón con la puntera, desviando un balón que resultó imposible para Courtois.

Con el empate, Ancelotti movería ficha para introducir a Camavinga -que reaparecía con el equipo una vez recuperado de su lesión, en lugar de Luka Modric. Los minutos seguían cayendo y el partido quedaba en tierra de nadie. El técnico italiano volvería a realizar cambios, agotando su última ventana, introduciendo a Endrick y Ceballos en lugar Arda Guler y Lucas Vázquez.

Hubo que esperar hasta el minuto 83 para ver la primera gran acción de Vinicius. El brasileño, después tras hacerse con un pase de Bellingham, recortó en defensa y cruzó un disparo con su pierna izquierda por el que Batalla tuvo que meter el guante izquierdo para evitar el gol madridista. Con el tiempo reglamentario cumplido, Martínez Munuera prolongaría por 7 minutos más el encuentro. Prácticamente todo el Real Madrid, con Rudiger siendo un delantero más junto a Endrick, ocupaba el campo rival.

Un buen centro de Fran García apunto estuvo en acabar en gol; Vinicius la dejaría atrás con la cabeza pero Rudiger no encontró remate en boca de gol. Endrick, tras una falta botada al área, remataría un balón que no cogió fuerza. Tras una falta a favor del Rayo al borde del área madridista, acabaría un partido en el que los merengues se volvieron a dejar puntos. 

Con este empate, el Real Madrid se situa a un punto del FC Barcelona. Los de Ancelotti dejaron escapar la oportunidad de dormir líderesy ejercer más presión sobre el equipo de Hansi Flick. Ahora, el conjunto blanco deberá centrarse en los compromisos venideros para seguir presionando al líder.